Este 2020 caduca el convenio del Metal y se inician negociaciones para el próximo. Aquí se definirá el marco de nuestras condiciones laborales.
Tras años de desmovilización, encaramos el nuevo convenio en un contexto marcado por la reciente huelga aeronáutica. Su éxito ha demostrado que existe la posibilidad de luchar por un convenio que conquiste mejores condiciones.
Los antecedentes: entrega de derechos sin pelea.
El penúltimo convenio consistió en pérdidas de derechos; y el actual, ni recuperó la pérdida de poder adquisitivo ni introdujo mejoras notables en relación a la precariedad, los descansos o la estabilidad.
El convenio vigente fue firmado por las cúpulas de CCOO y UGT sin ninguna convocatoria de movilización y sin ningún tipo de consulta a los trabajadores/as del sector.
No puede volver a pasar: movilizarnos por el nuevo convenio.
No será empresa a empresa donde consigamos mejoras, es en el convenio colectivo donde nos jugamos nuestros derechos.
Para conseguir un convenio digno, quienes estaremos afectados por él tenemos que entrar en escena. Las asambleas en fábricas y polígonos son imprescindibles. Deben decidir la tabla reivindicativa que se llevará a las negociaciones, así como las movilizaciones. ¡Jamás los derechos se conquistaron sin lucha!
No podemos dar un cheque en blanco a los jefes de CCOO y UGT. Por el contrario, será necesario presionarlos desde la base. Los sindicatos firmantes, que disponen de recursos, subvenciones y gran número de liberados, tienen la obligación de ponerse a la cabeza y al servicio de los metalúrgicos/as.
Desde el sindicato co.bas nos comprometemos a trabajar con todas nuestras fuerzas para ayudar a impulsar este proceso.