Desde el sindicato co.bas, con el corazón encogido, queremos dar en primer lugar nuestro más profundo pésame a la familia y amistades del trabajador muerto en SOFITEC, fruto de la negligencia empresarial y de la estrategia sindical practicada por las subcontratas aeronáuticas de Sevilla.
Es difícil calificar lo que sentimos cuando nos enteramos de que la decisión fue LIMPIAR LA SANGRE Y SEGUIR PRODUCIENDO. La realidad es que para ellos solo somos números. Aquí lo único que cuenta es la producción y la productividad. Otro macabro ejemplo más de que los trabajadores no tenemos los mismos intereses que los empresarios.
Pero un accidente es “un suceso inesperado que no se puede prever”. Por lo tanto, esto NO ha sido un accidente. ¿Cómo un trabajador nuevo podía estar SOLO? ¿Cómo esa máquina podía tener MOVIMIENTO si el trabajador estaba dentro? Las respuestas las sabemos todos, porque lo vemos a diario. Las medidas de seguridad se puentean y se trampean como algo cotidiano, exponiéndonos a accidentes un día sí y otro también. Pero quien se queje va a la calle.
Desgraciadamente no podemos devolverle la vida al compañero, un chaval de 24 años. Sin embargo, no es cierto que no podamos hacer nada. Porque si no cambian las cosas, volverá a pasar. Nuestra explotación y nuestra precariedad aumentan sin cesar al mismo tiempo que ellos ven aumentar su producción, sus máquinas y sus beneficios. Pero sería falso decir que tenemos lo que nos merecemos o que todos somos responsables por permitirlo.
El modelo aeronáutico avanza con AIRBUS como el gran beneficiario (con sus Comités de Empresa centrando sus preocupaciones de puertas para adentro). Mientras tanto, en las subcontratas cada vez tenemos peores condiciones laborales. Pero no solo eso. En las fábricas no existe ni democracia ni libertad de expresión. Estas empresas utilizan a sus encargadillos y a sus “sindicalistas” para que nadie levante la cabeza. Todo esto lo saben las grandes centrales sindicales, los grandes partidos políticos y lo saben todos los gobiernos (incluyendo el que se autodenomina el gobierno más progresista de la historia).
Empresas como SOFITEC o AIRGRUP realizan un acoso permanente ante cualquier reivindicación justa de la plantilla o ante cualquier intento de organización de los trabajadores. Una práctica habitual y repugnante de estas empresas es combinar amenazas y despidos, con coacción y maniobras de cara a las elecciones sindicales, para asegurarse sus propios candidatos/delegados y así poder saltarse con impunidad las leyes laborales y las normas de seguridad. Por ejemplo, la dirección de AIRGRUP se reúne con UGT para elegir a sus delegados, que funcionan como correa de transmisión de la empresa, que es quien elige directamente a los Delegados de Prevención, sumisos y sin criterio. Y tristemente esto no es una excepción, sino algo generalizado en nuestro sector.
SOLO HAY UNA SALIDA
Igual que tú pensamos que, salvo gloriosas excepciones, el “sindicalismo” que tenemos en la mayoría de los centros de trabajo, apesta. Y comprendemos el sentimiento de rechazo que muchos tenéis hacia los sindicatos.
Pero tienes que entender que no podemos dejar nuestro presente y nuestro futuro en manos de los empresarios (ni de delegados impresentables puestos a dedo por las empresas). Porque ya sabemos adónde nos lleva ese camino: pérdida de derechos, indefensión, «accidentes» y represión.
Necesitamos tener un mínimo de organización y coordinación entre las plantillas de las subcontratas aeronáuticas. La forma de evitar la corrupción sindical no es darle la espalda al sindicalismo, sino que sean las Asambleas de Trabajadores las que tomen las decisiones importantes, y no los sindicatos ni los Comités de Empresa. Y afortunadamente existen sindicatos y sindicalistas que pensamos así (CGT, CNT, SAT o co.bas somos algunos ejemplos). No todos los sindicatos somos iguales y meternos a todos en el mismo saco solo favorece a los intereses empresariales. Recientemente hemos visto la lucha de los compañeros de SEVILLA CONTROL que, dando todos los pasos a través de las Asambleas de Trabajadores y encabezados por la Sección Sindical de CNT, han llevado a cabo una huelga ejemplar, consiguiendo importantes mejoras.
Es verdad que no somos muchos, pero sí suficientes para empezar a dar los primeros pasos. Eso no significa que seamos ilusos. Un sindicato o un sindicalista, por más combativo que sea, es incapaz de revertir esta situación. Es imprescindible la unidad, la participación y la movilización de los trabajadores del sector. Y esto no es una utopía. Se puede conseguir. Compañeros y compañeras con honestidad y con conciencia hay por todas partes. El problema es que eso no es suficiente. Cualquier trabajador sabe que para construir algo, además de materia prima, se necesitan herramientas. Y de eso se trata, de poner en contacto a los sectores concienciados con las herramientas sindicales consecuentes.
Necesitamos a todo aquel y aquella que quiera aportar su granito de arena. Desde dar un paso al frente participando activamente, hasta apoyar de forma anónima opinando o informando sobre injusticias del trabajo, o sencillamente difundiendo las iniciativas que haya, para que más gente las vaya conociendo. Desde co.bas no cejaremos en nuestro empeño de ayudar, junto a otras fuerzas sindicales de clase, en la construcción de una alternativa unitaria, que vaya tejiendo una red de contactos entre las plantillas y poniéndose a la cabeza de la respuesta colectiva que necesitamos para aglutinar a todos los trabajador@s que compartan la certeza de que es preciso iniciar una nueva etapa.