Desde el Sector de Intervención Social del Sindicato CO.BAS, queremos exponer la situación que estamos atravesando como trabajador@s del sector durante la crisis sanitaria generada por el COVID 19.
Desde que se inicia el estado de alarma, fuimos catalogados como Servicios Esenciales, continuando con nuestra actividad laboral (algunas personas con teletrabajo y otras presencial al trabajar en servicios residenciales o asistenciales) exponiéndonos de forma constante al virus al carecer del material de protección necesario.
A esto hay que sumarle que según el Real Decreto lanzado por el Gobierno el 18 de marzo de 2020, se estableció que como servicios sociales podían modificarnos nuestras condiciones de trabajo (horarios, días, centros de trabajo), si los recursos así lo necesitasen a criterio de las empresas o Administraciones (Ayuntamientos, Comunidades, Estado…), lo que supuso un deterioro de nuestras condiciones.
No obstante, como trabajador@s y por el bien de las personas con las que intervenimos, lo aceptamos y continuamos con nuestra actividad, arrimando el hombro para cubrir las necesidades sociales de las personas más vulnerables.
Lo que nadie nos explico es que dicha labor íbamos a tener que realizarla sin apenas recursos, donde nos encontramos desarmadas sin medios para paliar los daños económicos de la perdida de los trabajos, ERTES, recortes, desaparición de la economía sumergida, etc… teniendo que derivar a las familias más necesitadas a los bancos de alimentos creados por las asociaciones vecinales porque desde los gobiernos autonómicos y municipales no se realizaron dotaciones económicas para este fin.
Y es que el Gobierno Estatal nos anunció como la panacea la creación de la Ayuda INGRESO MÍNIMO VITAL, para todo tipo de familias en situación de vulnerabilidad. A principios de verano más de un millón de personas habían solicitado esta ayuda, pero apenas un 0,7% de ellas lo había recibido a principios de agosto.
Así, hemos tenido que trabajar las personas que nos dedicamos al sector, sintiendo que somos como David, enfrentándose a Goliat sin piedras y sin su honda, porque como llevamos denunciando desde hace años, hemos sufrido recortes presupuestarios incluso cuando se ampliaban el número de atenciones, externalizando nuestra labor a empresas privadas donde priman el beneficio económico recortando en personal y material para que los servicios den ganancias porque quieren sacar beneficios de la miseria de la gente.
En la actualidad nos encontramos con centros saturados, con atenciones constantes o centros residenciales que rozan el hacinamiento donde es casi imposible guardar cuarentena al carecer de espacio. El mejor ejemplo de esta situación vergonzante es lo ocurrido en las residencias para personas mayores, donde ya son 20.311 mayores fallecidos en toda España, el 65% de estos fallecidos en residencias de la Comunidad de Madrid, ante la pasividad de las distintas administraciones públicas que se dedicaron a mirar a otro lado y dejar que las empresas privadas perpetuasen su inaptitud para atender a las personas más vulnerables a este virus.
Por ello, desde el sector de intervención social decimos BASTA YA!, y que no estamos dispuestas a asumir esta situación, porque desde los distintos gobiernos no están dando respuesta a las necesidades vitales creadas por la crisis sanitaria sin dotarnos a los recursos de medios económicos y materiales para poder ejercer nuestra labor de forma adecuada repercutiendo negativamente en las personas a las que atendemos.
Tampoco estamos dispuestas a asumir que se ponga en riesgo nuestra salud por criterios económicos. Porque como avanzábamos, las empresas y las distintas administraciones para las que trabajamos no nos están dando los medios de protección necesarios para no contagiarnos mientras realizamos nuestro trabajo.
Y es que las empresas se limitan a entregarnos Mascarillas Quirúrgicas, que nos venden como equipos de protección, pero lo único que hacen es proteger al resto de personas de que tú las contagies pero no evitan que el resto de personas te contagien.
Diariamente trabajamos con personas, sin saber si pueden estar contagiadas ya que desconocemos su entorno y las medidas de protección que han usado (cuanto tiempo llevan usando la misma mascarilla, si es de tela si lleva filtro, etc…) y tenemos que atenderlas con una mascarilla quirúrgica que solo nos asegura que nosotras no vamos a contagiar a la otra persona.
Asimismo, los planes de contingencias de cada recursos suelen ser insuficientes, están incompletos o directamente no existen. Es decir, la mayoría de las personas trabajadoras no tenemos directrices claras de cómo actuar frente a la sospecha o ante un positivo de COVID en nuestros recursos, sin facilitar mascarillas FFP2, batas, gafas, etc… para tratar con la persona bajo sospecha o contagiada.
Tampoco se desinfectan los centros de forma adecuada y asidua, ya que en múltiples ocasiones somos las propias trabajadoras las que limpiamos las salas utilizadas, teniendo pleno desconocimiento de cómo hacerlo al no haber recibido formación para ello.
Y ante esto, ¿Qué hace el Gobierno Estatal, Autonómicos o Municipales?, son las que deben velar para que el virus no se propague y deberían exigir a las empresas que gestionan sus servicios que controlen la salud de l@s trabajador@s a través de las PCR periódicas y que proporcionen materiales de protección como las mascarillas FFP2 y desinfecciones de los recursos por equipos profesionales de forma periódica.
Esta crisis sanitaria está dejando exhausto al sector, frustradas por la carencia de recursos con los que dar cobertura a las necesidades de las personas que atendemos, desprotegidas ante los posibles contagios y con unas condiciones laborales precarias que ya arrastrábamos del pasado.
Por todo ello, desde el sector de intervención social de CO.BAS exigimos a las empresas y gobiernos estatal, autonómicos y municipales:
– Que se aumenten los presupuestos materiales y económicos para dar cobertura a las necesidades vitales de las personas con las que trabajamos.
– EPIS completos y efectivos (mascarillas FFP2 para nuevas atenciones, batas, guantes, gafas para atender a posibles personas contagiadas), contando con las cantidades suficientes para no reutilizar las mascarillas y poder seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.
– Espacios habilitados para el aislamiento domiciliario de las personas que se encuentran en recursos residenciales.
– Pruebas periódicas (PCR) para las profesionales y personas residentes de los centro.
– Medicalización externa.
– Desinfecciones periódicas de los centros de atención y residenciales con personal especializado en desinfección de superficies frente al COVID19.
Con el presente escrito, hacemos un llamamiento a la unidad de todos los Comités de Empresa, Sindicatos y movimientos sociales, implicados en nuestro sector, porque como trabajador@s y personas comprometidas con nuestra labor, no podemos resignarnos a gestionar la miseria de la gente porque siempre hemos trabajado para dignificar las condiciones de vida de las personas a las que atendemos.
Si no nos dotan de recursos y no protegen nuestra salud para no caer enfermas y exhaustas, nos encontraran unidas y denunciando a todas las empresas y gobiernos (estatal, autonómicos y municipales) que pretenden que las personas sobrevivan en estas condiciones tan precarias porque nuestro grito sea su vergüenza.
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Para más información puedes ponerte en contacto con el Sector de Intervención Social del Sindicato Co.bas Madrid en: sectorsocialcobasmadrid@gmail.com