NUESTRO APOYO A LOS JÓVENES DE ALTSASU Y SUS FAMILIAS
Una delegación de Cobas estuvo el sábado 14 de abril en Iruña para participar en la manifestación en apoyo de los jóvenes de Altsasu, dos días antes del comienzo del juicio por este lamentable y vergonzoso montaje policial, judicial y mediático.
Como han explicado una y otra vez las familias y amigos de estos jóvenes, se ha convertido una pelea de bar entre un grupo de jóvenes y guardias civiles, sin uniforme y fuera de servicio, en un juicio por «terrorismo».
El despropósito de todo esto ha sido posible por la campaña mediática que desde el primer momento pusieron en marcha los grandes medios de comunicación, por las decisiones políticas de la cúpula judicial y por la impunidad de la que parece gozar un cuerpo militar como la Guardia Civil.
La decisión del Fiscal de la Audiencia Nacional de asociar de manera absolutamente arbitraria la pelea del bar con la campaña “Alde Hemendik” (“Que se vayan”) y tomar en cuenta exclusivamente la versión de los guardias civiles implicados, ha hecho posible calificar lo sucedido el 15 de Octubre de 2016 como delito de «terrorismo».
La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita penas que suman un total de 375 años. Penas de hasta 62 años y seis meses por una pelea en un bar.
Las irregularidades e instrumentalización de todo el proceso judicial ha sido más que notable, como se ha denunciado desde distintos organismos en numerosas ocasiones. El último episodio ha sido la decisión de la Audiencia Nacional recusando la petición hecha por la defensa de los jóvenes, de la magistrada instructora del caso, Concepción Espeje. La petición de recusación se fundamentaba en que esta magistrada está casada con un coronel de la Guardia Civil y fue condecorada con el distintivo de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. Así pues, nunca mejor dicho eso de ser juez y parte.
El montaje mediático, judicial y policial contra los jóvenes de Altsasu no puede entenderse como un hecho aislado. Las condenas a Valtonyc, Strawberry, Alfon… el procés de Catalunya y la ley Mordaza, muestran la deriva autoritaria de un régimen político que lo llaman democracia y no lo es.
Así pues, la defensa de Oihan, Jokin, Jon Ander, Julen, Adur, Aratz e Iñaki es un deber solidario y una necesidad imperiosa para defender las libertades democráticas más elementales.
Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a Altsasu Gurasoak, la asociación de las familias de los procesados y detenidos, por el enorme trabajo realizado.
Por la inmediata libertad de los encarcelados y el archivo de la causa judicial