Desde hace casi un mes, se ha convertido en un ritual salir a las 8 a aplaudir desde las terrazas al personal sanitario. Este personal está haciendo una labor monumental evitando que el Covid-19 se lleve el menor número de vidas posible. Un personal que ha sido maltratado durante años por los recortes y privatizaciones, que además soporta una tasa de temporalidad superior al 90%, lo que hace de la Sanidad uno de los sectores más precarizados del Sector Público.
Tras la crisis de 2008, bajo la mayoría absoluta del PP se inició el desmantelamiento del Servicio Madrileño de Salud. Este desmantelamiento se hizo en base a la Ley 15/1997, de 25 de abril, sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud, que se aprobó años atrás en el Congreso con los votos favorables de PSOE, PP, CIU, PNV y CC. Se privatizaron 6 hospitales semipúblicos, se privatizó parcialmente el resto de los hospitales mediante la externalización de los servicios no sanitarios, se privatizó la entrada al 10% de los centros de salud, se cerró el Instituto de Cardiología, se centralizó y reestructuró los laboratorios en cuatro hospitales y se privatizó la Lavandería Hospitalaria y la Unidad Central de Radiodiagnóstico. A todos estos recortes se le añade la pérdida de miles de profesionales sanitarios, dejando plantillas extremadamente deficitarias, y por lo tanto, vulnerables a cualquier contratiempo como ha ocurrido con la crisis del coronavirus.
A pesar del reconocimiento a la labor del personal sanitario durante la pandemia, este reconocimiento se ciñe estrictamente a su trabajo, no a su compromiso social. Si se salen del esquema en el que se les ha situado, se les criminaliza, como ha pasado con el delegado del MATS, Guillén del Barrio. Poner de manifiesto una realidad de recortes y privatizaciones que hubiera evitado el colapso del sistema sanitario durante la pandemia, ha tenido como respuesta que Guillén haya sido amenazado e insultado por parte de los responsables del desmantelamiento del Servicio Madrileño de Salud. Estas reacciones de los dirigentes políticos de la Comunidad de Madrid no son nuevas. Cuando médic@s, enfermer@s, celador@s y demás personal sanitario salían en Marea Blanca contra los recortes, privatizaciones y para defender una Sanidad Pública y de calidad, eran insultados y criminalizados por parte de quienes querían hacer negocio con la salud de tod@s l@s madrileñ@s.
Desde el sindicato co.bas (Comisiones de Base) apoyamos a Guillén del Barrio en su labor de denuncia de la realidad sanitaria y de la defensa de una Sanidad Pública para todos y para todas. Su valentía y su compromiso no debe ser minado. Con el apoyo de todos los colectivos y todas la personas que salimos en Marea Blanca por las calles de Madrid a defender nuestra Sanidad Pública conseguiremos desenmascarar e intentaremos derrocar a quienes nos quieren quitar el bienestar a la clase trabajadora.