DOMITILA BARRIOS DE CHUNGARA
Domitila Barrios (1937-2012)
“La primera batalla a ganar es dejar participar a la compañera, al compañero y a los hijos en la lucha de la clase trabajadora para que este hogar se convierta en una trinchera infranqueable para el enemigo”
Domitila Barrios, nació el 7 de mayo de 1937 en Pulacayo, zona minera de Potosí, Bolivia.
Esposa de un minero, viviendo en una habitación, sin agua y con acceso a luz solamente durante algunas horas, las mujeres trabajaban jornadas de 20 horas diarias para cuidar de toda la familia y emplearse en otras actividades que les permitiera aumentar la escasa paga minera.
Fue una de las primeras mujeres líderes de los movimientos mineros y desde 1963, participó en el Comité de Amas de Casa de Siglo XX, en una de las comunidades mineras que se enfrentó a las fuerzas represivas de distintas dictaduras: Víctor Paz Estenssoro, René Barrientos y Banzer.
El Comité de Amas de Casa Siglo XX, del que Domitila fue parte activa y representante desde 1963, estaba organizado igual que el Sindicato de Mineros y formaba parte de la Federación de Trabajadores Mineros y de la Central Obrera Boliviana. La participación de las mujeres en la realidad de la comunidad minera y en la política era para Domitila parte de un todo: “Si la mujer está politizada, si ya tiene formación, desde la cuna educa a sus hijos con otras ideas y los hijos serán otra cosa”.
En diciembre de 1977, cuatro esposas de trabajadores mineros comenzaron una huelga de hambre en el arzobispado de La Paz para exigir al Gobierno de Bánzer una amnistía política y el retorno a la democracia mediante elecciones generales. Domitila Chungara se sumó poco después al ayuno y en pocos días las siguieron miles de bolivianos en todos los pueblos de Bolivia que lograron doblegar la dictadura militar de Banzer, alcanzando el decreto de amnistía para miles de exiliados políticos y la promesa de elecciones a corto plazo.
La dictadura de Hugo Banzer cayó pero en 1980 otra dictadura, la de García Meza, condujo a Domitila al exilio a Suecia y a México, país donde había estado cinco años antes invitada por Naciones Unidas a participar en la Tribuna del Año internacional de la Mujer. Su discurso en ese encuentro no coincidía con aquellas nuevas corrientes feministas presentes en el lugar: “No veían cómo nuestros compañeros están arrojando sus pulmones trozo más trozo en charcos de sangre. No sabían lo que es levantarse a las cuatro de la mañana y acostarse a las 12 de la noche solamente para dar cuenta del quehacer doméstico, debido a la falta de condiciones”.
Contra las corrientes del feminismo a ultranza presentes en el foro, la líder minera afirmó que la lucha de la mujer tenía que ser contra el sistema de dominación económica, política y cultural de los pueblos. Para ella, el cambio debía darse mediante la igualdad de derechos de hombres y mujeres, acceso igualitario a la educación y al trabajo, para emprender una lucha en pareja contra la opresión y la dominación del capitalismo.
Madre de 11 hijos, cuatro de ellos fallecidos, salió al exilio en la década de los ochenta, pero pronto volvió a Bolivia y se instaló en Cochabamba, donde impulsaba un centro de formación política especialmente destinada a las jóvenes de los barrios más empobrecidos de esta ciudad.
Domitila falleció de cáncer de pulmón el 13 de marzo de 2012 a la edad de 74 años.
Secretaría de la Mujer