El próximo 19 de diciembre a las 9:30 horas en la Calle Princesa, 3 de Madrid, y coincidiendo con la celebración finalmente del juicio, se había convocado una nueva concentración de apoyo a María Isabel, despedida por VIPS por defender con honradez y contundencia los derechos de las trabajadoras y trabajadores de esta empresa, frente al silencio y la colaboración del resto de sindicatos ante la explotación laboral existente.
PERO DEBEMOS ANULAR LA CONCENTRACIÓN POR UN NUEVO APLAZAMIENTO DEL JUICIO.
Porque los derechos de las trabajadoras no se venden, se defienden.
El pasado 16 de Julio, el Grupo Vips decidió despedir a una trabajadora, representante legal de los trabajadores/as, afiliada al Sindicato co.bas y madre de dos hijas. Vips forma parte del grupo de empresa Zena-Alsea, de la que hacen parte empresas como Ginos, Starbucks, Domino´s Pizza; Burger King…. con más de 1000 restaurantes en la península Ibérica y 21.000 trabajadores/as.
Y como sucede en todas estas grandes empresas, representan la “modernidad” del Siglo XXI con las condiciones de trabajo del Siglo XIX. Mientras siguen acaparando mercado y moviendo cifras multimillonarias pagan salarios de miseria, con jornadas a tiempo parcial y contratos muchos de ellos firmados en el país de origen, que le añaden así a la precariedad laboral la precariedad en las condiciones legales de residencia.
Cualquier reivindicación de un derecho es motivo de despido o sanción y con ese miedo juega el Grupo Vips desde hace años.
El “delito” de la compañera despedida es haber denunciado a la inspección de trabajo la falta de personal que hay en Vips y Ginos, lo que repercute en un exceso de trabajo y mal servicio a los/as clientes. No se respetan las libranzas, el cuadrante trimestral, las vacaciones, hay coacción y abuso de poder de los mandos Gerenciales. Además de trabajar por salarios de miseria hay que aguantar que no te dejen trabajar tranquila/o.
La empresa sabe que no tiene nada fácil ganar este despido ante la justicia pero lo hace con un solo propósito, seguir sembrando el miedo entre la platilla. Nos quieren pobres y sumisos y no aceptan más representantes sindicales que los que le bailen el agua y actúen como capataces de la patronal.
La defensa de la compañera despedida, la exigencia de su readmisión es la lucha por todas y todos, es la lucha contra la precariedad y los salarios de miseria, la lucha por defender los derechos de todas y todos los trabajadores/as.
¡ READMISIÓN DE ISABEL YA!