La defensa de unas pensiones dignas nos corresponde a todos los trabajadores y las trabajadoras.
El País Vasco vive una jornada de Huelga General en defensa del Sistema Público de Pensiones. Es algo que todos los trabajadores, trabajadoras, pensionistas y jóvenes del resto del Estado deberíamos de percibir como un gran motivo de satisfacción y ánimo para dar un paso más y sumarnos con todavía más fuerza a la lucha.
Sería un grave error caer en el discurso que se hace desde algunos sindicatos y organizaciones para no apoyar la huelga. Unos motivos que ocultan la verdadera razón de fondo del rechazo a esta jornada de movilización, la actitud ante el previsible nuevo gobierno supuestamente “progresista”.
A la clase trabajadora no nos van a regalar nada como a lo largo de la historia se ha demostrado; sería bueno recoger la consigna que los pensionistas han llevado de principio a fin en esta lucha de que “GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, ¡LAS PENSIONES SE DEFIENDEN!”
En los últimos años de su vida, los pensionistas se enfrentan a una dura situación. No es solo porque la pensión que reciben cada mes sea pequeña, sino que a esto se suma la propia ayuda que nos tienen que dar a hijos o nietos para llegar a final de mes. La situación general de precariedad laboral absoluta a la que nos enfrentamos, con temporalidad excesiva, contratos basura, baja cotización a la Seguridad Social y unos salarios miserables, hace que sea imposible hacer frente a los alquileres, las hipotecas abusivas y otros gastos para vivir, por lo que esta ayuda se hace imprescindible para que miles de familias podamos llegar a fin de mes. La banca, las grandes empresas, el sistema capitalista en general, mediante los sucesivos gobiernos que hemos tenido hasta día de hoy han decidido liquidar el sistema público de pensiones. Desde los años 80 han tenido un solo objetivo en mente, que ha sido entregar un 45% de la partida social presupuestaria que hasta ahora se dedica a las pensiones públicas.
Un saqueo progresivo que ha sido permitido por los diferentes gobiernos independientemente de su signo, gracias a la elaboración de leyes a medida que lo han permitido.
Los trabajadores y trabajadoras, nuestros hijos y mayores llevamos años aguantando diferentes recortes a nuestros derechos laborales, sociales, a nuestra vida. Vemos como las empresas y bancos no han hecho sino aumentar sus beneficios mientras nosotros, hemos visto pasar delante de nuestros ojos como nos han ido arrebatando uno a uno derechos adquiridos durante años de puro sacrificio, muchos de ellos derramando nuestra sangre.
Vemos como los pueblos del mundo se levantan contra las medidas antipopulares de sus gobiernos, sin ir más lejos, aquí al lado en Francia se están llevando a cabo las mayores movilizaciones en años en defensa de los derechos laborales y sociales, sobre todo en defensa de las pensiones, presentes y futuras.
Aquí, con la excusa del pago de la deuda se va liquidando progresivamente el Sistema Sanitario, el Sistema Educativo y por supuesto el Sistema Público de Pensiones. La crisis de unos pocos la cargamos nosotros, los trabajadores y trabajadoras en nuestras espaldas. No hay dinero para las pensiones, pero si hay millones de euros para la corona, para los gastos militares o para pagar las pérdidas de grandes empresas y las deudas de los bancos.
El próximo autodenominado “gobierno progresista” de PSOE y Podemos ya ha renunciado a derogar las reformas laborales y ni se les ocurre hablar del impago de la deuda por lo que lo único que van a poder hacer es maquillar la privatización de las pensiones. Sin eliminar la reforma laboral que es sinónimo de precariedad total y sin renunciar al pago de la deuda, a los trabajadores no pueden sino que vendernos humo y buenas palabras, pero del humo y las palabras no vivimos la clase obrera. La UE está pidiendo muchos más ajustes y sacrificios para seguir pagando esa deuda ilegítima, no podemos quedarnos mirando mientras nos siguen apretando y ahogando.
Debemos de comprender que la lucha por unas pensiones públicas no solo es la lucha de los propios pensionistas. Millones de trabajadores que ahora estamos en activo también queremos tener nuestra jubilación y nuestra pensión asegurada en un futuro. Millones de jóvenes que vendrán también deben tener asegurada su pensión.
Tenemos que unir nuestras fuerzas para entre todos acabar con todas y cada una de las medidas que merman nuestros derechos laborales y sociales:
Principalmente contra la liquidación del sistema público de pensiones. Pero también:
– Contra las reformas laborales.
– Contra el deterioro del sistema sanitario.
– Contra la liquidación de la educación pública.
– Contra el pago de la deuda injusta.
– Contra leyes represivas como la ley Mordaza.
De no plantar cara, estaremos dejando las puertas abiertas a la privatización total con todo lo que ello supone, la barbarie más absoluta.
Es hora de tomar la iniciativa y de organizarnos; en cada empresa, en cada centro de estudio, en nuestras asociaciones de barrio. A lo largo de la historia, la organización ha sido la única arma de la que hemos dispuesto los trabajadores.
¡Apoyemos todos y todas la Huelga General en Euskadi para el 30 de Enero por unas pensiones públicas!
Tenemos que tener claro que venga quien venga no nos va a regalar nada.
¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LAS PENSIONES SE DEFIENDEN!
¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LOS DERECHOS SE DEFIENDEN!
Octavilla_Comunicado-30-Enero-IA_COBAS
Intersindical de Aragón – co.bas
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