A pesar de vender las mascarillas que necesitamos, los vendedores/as de FNAC hemos empezado a trabajar sin la protección adecuada frente al coronavirus.

Mascarillas quirúrgicas, que ya todas y todos sabemos que no protegen a quien la utiliza, usadas por encima de su tiempo de utilización máximo, incluso el doble, de las que no nos proporcionan las especificaciones en castellano, que los vendedores/as llevamos para atender por la tienda a clientes a menos de 2 m, con una pantalla facial de PET (Tereftalato de polietileno) desaconsejada ya por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo por los daños oculares que puede provocar su uso continuo y las dificultades para higienizarlas, que además no debe sustituir a la protección respiratoria adecuada para atender a esa distancia. Estamos esperando el dictamen de la Inspección de Trabajo tras la denuncia que pusimos.

Hoy vemos visto en los medios de comunicación la reapertura de La Casa del Libro de Gran Vía en Madrid, y hemos comprobado como las y los vendedores de esa empresa llevaban sus correspondientes mascarillas FFP2 o similares sin necesidad de llevar una pantalla facial, desaconsejada por otro lado, y pudiendo de esa forma atender a clientes en situaciones en las que va a ser difícil mantener la distancia de seguridad de 2 metros. Nos alegramos por las y los trabajadores de la Casa del Libro, y agradecemos que haya empresas que reconozcan los riesgos y los asuman con responsabilidad, y que no jueguen con la salud de sus trabajadores/as.

Desgraciadamente no es el caso de nuestra empresa. O mejor, de nuestra Dirección, ya que para nosotras la empresa es la plantilla. Que es la que lleva décadas manteniendo con su trabajo una empresa que nació con un objetivo de difusión y acercamiento de la cultura a la gente muy distinto a la caja registradora sin escrúpulos en la que se ha convertido desde hace años, y sobre todo desde que especula en bolsa y su Presidente gana más de un millón de euros al año. Obviamente entre su sueldo, el de los directivos/as y los dividendos que se llevarán las y los accionistas, no queda para condiciones de trabajo dignas ni seguras.

 

Modelo de mascarilla KN95, similar a las FFP2, como las que utilizan las vendedoras/as de La Casa del Libro y que FNAC nos niega, a pesar de estar en oferta…

Dejando a un lado el bochornoso 70% de contratos a tiempo parcial con respecto al 19% de media del Grupo FNAC-Darty, lo cual convierte en precarios los salarios y las vidas de la mayoría de las y los trabajadores. Dejando a un lado las presiones y amenazas diarias si no se alcanzan los objetivos que marcan, a pesar de ofrecer a cambio unas condiciones salariales y de trabajo totalmente precarias. Dejando a un lado los vergonzosos despidos con los que “premian” periódicamente a quien a pesar de llevar años dejándose la piel, no cuadra en sus cuentas, incluso inventándose bochornosas bajadas de rendimiento como en el caso de Antonio, Vanessa, Luis y las decenas de compañeras y compañeros puestos en la calle en todas las tiendas del país con falsas formas compungidas de los recursos in-humanos.

Dejando a un lado todo eso, lo vergonzoso de verdad es el mercantilismo que utiliza esta Dirección a la hora de proteger nuestra salud. Porque la salud es lo primero y porque tienen la obligación de protegérnosla de una manera eficaz sin que tengamos que ser las y los trabajadores los que tengamos que estar exigiéndolo constantemente.

No nos sorprende que la Dirección de FNAC España priorice el beneficio a la protección de la salud. Lo hemos sufrido en infinidad de ocasiones, incluso asistiendo a vergonzosas negaciones del riesgo como en la manipulación de cargas, que se ha llevado por delante espaldas, cuellos y extremidades sanas, o en los riesgos psicosociales con valores de carga mental de trabajo en zonas peligrosas cada vez más peligrosas para la salud, que la Inspección de Trabajo corrigió, aunque se sigan esforzando en saltarse las obligaciones en cuanto ven un ahorro: máquinas de descarga que no se usan porque no hay dos personas para usarlas, cajas que se llenan por encima de los 9 kilos marcados como máximo para manipular entre dos personas, etc.

Esperamos y confiamos que la Inspección de Trabajo actúe lo antes posible, y vuelva a hacer con las cutre-protecciones respiratorias frente al coronavirus, lo que hizo siempre con el resto de incumplimientos por parte de la Dirección de FNAC España de la obligación de protección eficaz de la salud.